CULTURA

“El teatro es un acto irrepetible donde nos congregamos para reír, llorar o reflexionar”

El director teatral Juan José Afonso dirige la adaptación de ‘Comedia sexual de una noche de verano’, que se estrena el día 16 de octubre en Lanzarote antes de su periplo insular y peninsular

Gregorio Cabrera 0 COMENTARIOS 14/10/2021 - 19:15

Woody Allen no acostumbra a ceder los derechos de sus textos. Pero esta vez hizo una de sus raras excepciones cuando leyó la adaptación teatral escrita por Triana Lorite de ‘Comedia sexual de una noche de verano’, la película que dirigió en 1982. El tinerfeño Juan José ‘Cuco’ Afonso es el encargado de dirigir la versión teatral que se estrena el 16 de octubre en el Teatro Víctor Fernández Gopar ‘El Salinero’ de Arrecife de Lanzarote antes de su periplo insular y la gira peninsular en 2022.

El reparto incluye a los madrileños Lidia San José (‘Paquita Salas’, ‘Luis Miguel, la serie’) y Alberto Aliaga (‘El hombre de la Mancha’, ‘Cats’, ‘La Bella y la Bestia’, ‘El Médico’) y los canarios Mingo Ruano, Yanely Hernández y la joven Adriana Ubani. El preestreno se vio trágicamente alterado por el fallecimiento del actor Jordi Rebellón (‘Medico de familia’), sustituido por José Manuel Segado y a quien elenco y productora Acelera dedican el espectáculo.

-Usted cree que el teatro es “la máxima verdad”. ¿Por qué?

-Sí, precisamente porque cogemos a una persona inocente y la llevamos a un sitio donde sabe que a va a ser engañada y solo sale contenta si es engañada de verdad. Y esa es la verdad máxima: que sabiendo que te mienten, te lo crees. Es un acto mágico.

-De acuerdo. ¿Y esto que me comenta qué papel le concede al teatro en estos tiempos de falsas noticias y de cierta sensación de irrealidad?

-El teatro es una necesidad. Lorca decía que una sociedad sin teatro sería una sociedad muerta. Y tiene razón, puesto que el teatro es un acto irrepetible donde un grupo de personas se congrega para reírse, llorar o reflexionar sobre temas de la actualidad. Por lo tanto, actúa como espejo de la sociedad. Ahí se ven cosas y personajes en los que ve reflejos de la realidad.

-Y en este contexto que plantea, ¿qué reflejo nos devuelve o qué elementos para la reflexión plantea esta ‘Comedia sexual de una noche de verano?

-Es una comedia para la historia de la humanidad. Se basa en la obra de Shakespeare y en la comedia que hizo Ingmar Bergman también basada en ‘Sueño de una noche de verano’. Tiene todos los ingredientes que manejaba Shakespeare, que sabíamos que conocía perfectamente el teatro y al ser humano.

-¿Y qué teclas humanas se tocan aquí?

-Primero el significado de la vida, que es muy corta y hay que aprovecharla. Y que en la vida también hay que dar rienda suelta a muchas cosas que nos hacen felices. Y que en definitiva esto es un soplo y no hay que tomárselo demasiado en serio.

-Usted ha abordado en su trayectoria temas que no sé si podríamos llamar más graves. El caso es que cuando dirigió ‘Dignidad’ comentó que lo más revolucionario que existe es la dignidad. ¿Sigue siendo así hoy en día?

-Por supuesto. Levantarse por la mañana y sentirse bien con uno mismo y ante la sociedad en la que está es algo dificilísimo de conseguir y al mismo tiempo lo más importante en la vida.

-¿Cómo definiría su método de dirección teatral?

-Lo que trato de hacer es convertir un texto escrito en vida. Es nuestro trabajo. Y que la gente se lo crea.

-Y entiendo que la complicidad con actores y actrices es fundamental para que la maquinaria funcione…

-Desde luego. Y debo decir que estoy muy contento porque tengo un elenco con gente muy entregada. Además, es muy importante que estén felices con el personaje que les toca, y en este caso es una obra coral donde todos y todas defienden la obra con mucha intensidad porque están satisfechos con el personaje que representan.

-Usted ha trabajado con actores y actrices importantes de este país, como Emilio Gutiérrez Caba, por citar un ejemplo. ¿También se aprende de ellos y ellas?

-Por supuesto. Yo he tenido muchos maestros. Recuerdo muchos nombres de los que he aprendido muchísimo. Y yo soy lo que he aprendido con ellos durante este tiempo. Ni más ni menos. He aprendido sobre el escenario y haciendo distintos trabajos en el teatro, muy diferentes. En especial con las actrices, porque las actrices españolas han sido siempre excepcionales, y muy buenos actores también.

-Resulta inevitable preguntarle por el fallecimiento antes del estreno del actor Jordi Revellón.

-La verdad es que ha sido un golpe terrible. En lo personal porque ya lo conocía de antes y habíamos retomado aquí una amistad que estaba fluyendo como una ola de cariño. Ha sido tan inesperado y tan brutal… Y al mismo tiempo tiene tanto que ver con la obra que vamos a representar, pues su personaje moría precisamente al final de la obra. Y me ha llamado usted justo después de que estuviéramos ensayando justamente el final de esa escena. Es todo doloroso, pero hay que quedarse con la imagen que el nos dio. Era una persona muy elegante, muy trabajadora, entregada al oficio y con una ilusión enorme por este trabajo. Esta función irá en su honor, desde luego.

-¿Existe alguna obra o algún clásico que sueña con dirigir?

-Muchísimos. Me encantaría hacer un Chéjov, sobre todo, pero también un Shakespeare. Pero, vamos, también hay autores modernos que me gustaría hacer. Vamos a ver lo que se pone a tiro, porque el sector está muy difícil.

-Pues se me ha adelantado un poco, porque le iba a preguntar precisamente por la salud del teatro.

-Siempre decimos que el teatro tiene una mala salud de hierro, porque parece que resiste a todo, pero la situación ha sido muy dura. Estos dos últimos años han sido terribles para este oficio. Lo audiovisual se ha potenciado en estas encerronas que hemos tenido, pero para el teatro ha sido una tragedia.

-Y en este caso, ¿cómo animamos a la gente para que se acerque a ver esta versión e ‘Comedia sexual de una noche de verano’?

-Primero porque se va a reír mucho, pero mucho. Hay un elenco y un trabajo de actores sorprendente, muy bueno. En muchos casos no había trabajado con ellos y estoy realmente sorprendido. La obra tiene mucha credibilidad en el escenario y es un texto muy bien escrito, tanto que Woody Allen llamó personalmente a la versionista para felicitarla, algo que no debe ser muy habitual.

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