LANZAROTE

La 'Nave de la vergüenza': “Solo se limpia cuando está vacía y siempre hay gente”

Los migrantes solo pueden pasar 72 horas en la nave de Arrecife, pero en muchas ocasiones permanecen más tiempo en unas condiciones lamentables

Saúl García 0 COMENTARIOS 08/10/2021 - 06:38

Un vídeo de tan solo unos segundos destapó, hace unos días, las vergüenzas de la nave, situada en la carretera de Arrecife hacia San Bartolomé, donde se lleva a cabo la primera atención a los migrantes que llegan en patera a Lanzarote.

En el vídeo se puede ver a cientos de personas tiradas en el suelo sobre colchonetas o esterillas, en unas condiciones insalubres. Esta nave fue utilizada por Cruz Roja como centro de acogida pero no reunía las condiciones mínimas.

De hecho, se cerró tras un informe del Defensor del Pueblo que alertaba de la precariedad de sus instalaciones y su mal estado de conservación. Añadía que los migrantes “no reciben asistencia social, jurídica o psicológica, lo que impide la detección y derivación a recursos adecuados de los perfiles vulnerables”.

La nave se cerró pero, tan solo unos meses después, fue el Ministerio del Interior el que la alquiló para llevar a cabo la filiación de los migrantes. Esta filiación consiste en un registro de las personas que llegan. Les toman las huellas, una fotografía, el nombre, edad y país de origen. Con esa información se elabora después la orden de expulsión que, normalmente, no se ejecuta.

También se les hace alguna pregunta para poder determinar quién es el patrón de la patera. La Policía Nacional, de momento, no tiene otro lugar donde hacer estos trámites y no puede retener, legalmente, más de 72 horas a estas personas.

Sin embargo, esto tampoco se cumple. “Si llegan una o dos pateras en un día, los trámites pueden estar listos a lo largo de ese mismo día, en no más de 24 horas”, señalan fuentes policiales. Pero cuando llegan muchas embarcaciones seguidas se genera un cuello de botella.

El Ministerio del Interior traslada a los migrantes que hayan pasado cuarentena por el Covid a otros centros de acogida de Gran Canaria, Tenerife o Fuerteventura. Desde hace meses está preparando un centro de estas características en unas instalaciones frente a la nave de la salida de Arrecife, pero de momento no se ha abierto.

Pero el cuello de botella está en el alta médica. Sin alta médica, después de una cuarentena, no hay traslado. Interior no se hace cargo hasta que Sanidad determina que no hay contagio. Los positivos y los contactos estrechos pasan la cuarentena en un complejo de Puerto del Carmen, pero no hay espacio para todos, tan solo para unas 200 personas.

Y Sanidad tampoco se hace cargo hasta que no están los resultados de las pruebas PCR, y a veces se retrasan durante muchos días. Así que, en la práctica, la cuarentena la van pasando en esta nave, que no reúne las condiciones y donde, a partir de las 72 horas, ya no deberían permanecer. “No hay protocolo de aislamiento y es un desastre”, señalan las mismas fuentes.

Si llega un positivo en una patera, todos los integrantes de esa patera deberían considerarse positivos y ser trasladados. Hacer la cuarentena en esa nave es ineficaz. Los migrantes están separados por grupos en función de la patera en que llegaron y por zonas marcadas por una cinta policial: “Pero es una cinta y se mezclan todos, es imposible de controlar”.

“Lo ideal -señalan estas fuentes policiales- es que se trate a todos como si fueran positivos, que hubiera más sitios donde pasar la cuarentena y que pasen en la nave el menor tiempo posible”.

Sin agua corriente

Las condiciones en la nave son lamentables. No hay agua corriente, así que no hay duchas ni lavabos. Se asean con el agua que les dan para beber. No salen al exterior: “Mientras están ahí no ven la luz del sol”. No hay apenas ventilación. No hay colchones para todos y algunos duermen en esterillas sobre el piso. No hay sillas ni mesas: comen en el suelo.

Hay cinco baños químicos para todos, a veces para más de 200 personas. Uno de los baños es para los positivos, pero no se respeta. La última vez que se limpiaron los baños fue porque ya estaban rebosando. No hay servicio de limpieza. “La nave solo se limpia cuando está vacía, pero siempre hay gente”, dicen estas fuentes, así que los propios migrantes ordenan algo y acumulan las cajas vacías de la comida fuera, pero se acaba volando todo.

El informe del Defensor del Pueblo decía esto: “Las personas pasan calor durante el día y frío por la noche, debido al mal aislamiento de las instalaciones”. Todo sigue igual. Aunque tiene una capacidad teórica para 250 personas, solo hay 150 colchones y se han tenido que instalar carpas adicionales en el exterior.

A veces los resultados médicos se retrasan o se traspapelan. Los integrantes de una patera pasaron diez días en la nave y se pusieron nerviosos, Hubo hasta un conato de pela. A los migrantes se les retiran sus objetos personales hasta que dejan de estar custodiados, incluidos los móviles, y no pueden avisar a sus familias. “Si hay poca gente se pueden hacer excepciones, pero si hay mucha gente no podemos controlarlo todo”.

Pocos agentes

Hasta hace poco, los agentes de la Policía Nacional trasladaban a los migrantes desde el muelle hasta la nave. Ahora lo hace una guagua. También sirven la comida y vigilan. Hay entre cuatro y seis agentes por turno, y muy habitualmente, en la nave están todos los agentes que en ese momento deberían estar patrullando en la ciudad. En los turnos de noche es normal que todos los agentes que estén de servicio estén en la nave. “El otro día llamó una señora por un robo y no pudimos ir”, revelan.

En lo que va de año, la cifra de embarcaciones que han llegado a Lanzarote se acerca a las cien, con unas 2.600 personas. Y las llegadas van a continuar. El Ministerio va a instalar unos módulos en un solar detrás de la Comisaría como centro de atención temporal de extranjeros, pero su puesta en marcha ya se está retrasando Esos módulos tienen agua, comedor y duchas, aunque su capacidad será para unas 150 personas.

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