El progreso que han demostrado los videojuegos en los últimos años ha sido meteórico en todos los aspectos. Desde la década de los 90, las innovaciones que ha acogido el sector como herramientas vehiculares sobre las que sustentar esas nuevas creaciones, han propiciado que lleguen a la época actual con auténticas obras maestras que son idolatradas por millones de personas en todo el planeta.

Este ámbito de diversión ha llegado al asalto del cielo del ocio, pugnando con el séptimo arte por alzarse con el trono mundial por ser el rey de la diversión interactiva. Las cifras de negocio de todo lo relacionado con el ámbito gaming no dan lugar a duda de su meteórica progresión, tal y como apunta un reciente estudio del casino online Betway.

Basta con comprobar el día de estreno de una superproducción de Hollywood y compararlo con la llegada de cualquier obra maestra del género de los videojuegos. Ambas cifras se encuentran igualadas, y en los últimos tiempos, la balanza va decantándose por los juegos.

Las innovaciones que se han introducido en todos los productos gaming desde la década de los noventa del siglo pasado, ha hecho que la calidad de los productos sea innegable y se unan a una historia con mucho trasfondo que desprenden enseñanzas y sentimientos.

Pero el progreso no se para aquí. Esa sensación de jugador pasivo sentado en su sofá parece tener los días contados. La realidad virtual ha llegado para quedarse, y ya es una realidad. El gamer pasará a ser un agente protagonista de manera activa durante la partida, traspasando la pantalla con sus movimientos reales de brazos y piernas que se verán reflejados en la historia interactiva.

Las cifras de negocio de este nuevo sistema de juego son nítidas sobre la incidencia actual en el mercado. En este 2020 es esperable que la RV alcance los 22.000 millones de dólares, pero este montante no se quedará ahí. Se estima que en cinco años esa cifra de negocio se vea multiplicada por dos, siendo signo inequívoco de la buena marcha de esta nueva forma de juego.