TRIBUNALES

Pena de cárcel para dos personas por asfixiar a un perro que entró en su casa en Lanzarote

La propietaria de la vivienda llegó a decir al trabajador de Bienestar Animal de Teguise que le estaba haciendo un favor porque tenía “la perrera a tope”

Centro de Acogida de Animales de Teguise. Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 2 COMENTARIOS 06/08/2020 - 08:20

El Juzgado de Instrucción número uno de Arrecife acaba de condenar a dos personas, vecinos del municipio de Teguise, a una pena de cuatro meses de prisión por un delito de maltrato animal con resultado de muerte, así como a una inhabilitación especial de 16 meses para ejercer profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la propia tenencia de animales.

Los condenados no deberán entrar en prisión, ya que el Juzgado otorga la suspensión de la pena, condicionada a que no cometan otro delito durante ese periodo y a que se sometan a un tratamiento rehabilitador. El fallo es firme, ya que los condenados aceptaron una sentencia de conformidad. Los hechos ocurrieron el pasado sábado 18 de julio.

Según la sentencia, los dos acusados, “puestos de acuerdo y con idéntico ánimo de atentar contra la integridad física de un perro callejero” y siendo conscientes del elevado riesgo que con su conducta creaban para la vida del animal, lo amarraron por las extremidades delanteras y traseras, le pusieron una brida en el hocico y le cerraron toda la boca con cinta aislante. Media hora después de eso, sobre las doce del mediodía, el perro murió por asfixia ante la imposibilidad de respirar.

El 2 de agosto se celebró un juicio rápido y al día siguiente se redactó la sentencia, que ya se había comunicado in voce el día anterior, ante la conformidad de los acusados. Las dos personas condenadas son Miriam C.G. y Pedro J.B.

Las diligencias se abrieron por el atestado de denuncia de la Policía Local de Teguise, que citó a declarar a un testigo, trabajador de la perrera de Teguise y que ese día, sobre las 11.40 horas, recibió una llamada de la condenada en la que le relataba que ya había capturado al perro, “que siempre está molestando”, según dijo porque se había metido en la caseta de su mascota, en su propia casa.

El trabajador manifestó que a pesar de que era su día libre se personaría allí para retirar al animal. También declaró que conocía al perro, que era un ejemplar vagabundo, desde hace unos cuatro años, pero que era muy difícil de capturar a pesar de que se había intentado en numerosas ocasiones, porque era “muy activo y escurridizo”, aunque no tenía antecedentes agresivos hacia personas ni hacia otros animales.

El trabajador municipal llegó a la casa sobre la una del mediodía, cuando el perro ya había fallecido. Declaró que en la llamada telefónica no le advirtieron de las condiciones en que estaba el animal, porque, de ser así, se hubiera personado de forma inmediata. El perro ya estaba muerto, tapado con una tabla de surf, atado por el cuello y por ambas extremidades y con el hocico cerrado con una brida y la cinta aislante.

Según el testimonio del trabajador municipal, la dueña de la casa le dijo que tanto ella como su exnovio, el otro condenado, se vieron obligados a amarrarlo porque en su lucha por escaparse había mordido al hombre y que iba a pedir una indemnización al Ayuntamiento por esa agresión y porque le había destrozado los muros.

Al animal se le realizó la necropsia y un informe veterinario. Durante la mañana, la mujer había enviado un vídeo al concejal de Bienestar Animal de Teguise en el que se ve al perro en muy malas condiciones, agonizando.

El testigo llegó a declarar que ella no mostraba síntomas de arrepentimiento y que le dijo que le estaba haciendo un favor porque tenía “la perrera a tope”.

Comentarios

Sigo sin comprender como una persona que no se arrepiente de asesinar así a un animal se la considera "apta" para estar en libertad. Si hubiera matado a un niño de la misma forma, estaría en boca de todo el mundo. Gracias por comunicar de esta forma su caso, porque en los medios nacionales no tienen hueco para las atrocidades que hacen psicópatas como esta tal Miriam y su cómplice Pedro.
Y ésta mal nacida tiene una mascota? Pues imagino que se la tendrán que quitar, no vaya a ser que un día le moleste y termine de la misma manera... Qué horror, se me ponen los pelos de punta!

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