CULTURA

Poemas musicados desde Punta Mujeres

Luis Fajardo es un hombre de ciencias y “amante de las letras” que revaloriza la poesía canaria con sus interpretaciones

Luis Fajardo en su estudio de Punta Mujeres con murales pintados por su mujer, Juana María Navarro. Foto: Adriel Perdomo.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 26/03/2021 - 17:54

Desde 2016, Luis Fajardo López-Cuervo pone música a poemas canarios, afición que le ha llevado a participar en eventos de poesía y presentaciones de libros en las Islas y la Península. Hasta este momento, lleva musicados 53 poemas de cuarenta poetas del Archipiélago, la mitad, poetisas, tales como Josefina de la Torre o la más actual Rosario Valcárcel. Su intención: “Contagiar a la gente la pasión por la poesía”, algo que lleva haciendo desde que en la niñez descubriera el amor por la literatura.

Nacido en Madrid, su relación con Lanzarote le llega de la mano de su esposa, Juana María Navarro, profesora de Dibujo y artista natural de Haría. Ambos comparten su pasión por Punta Mujeres, en una casa frente al mar en los terrenos que antes pertenecieron al abuelo de Juana. Se conocieron mientras ambos trabajaban como docentes en el IES Tomás Morales de Las Palmas de Gran Canaria. “Desde 1993, Punta Mujeres ha sido nuestro nido”. Un nido cuyo interior es un bello reflejo de la obra pictórica de la pintora.

La primera obra literaria que cayó en las manos de un joven Luis Fajardo fue Las mil mejores poesías de la lengua castellana, regalo de su padre, que continúa siendo su libro de cabecera. Su vinculación con el arte comienza al mismo tiempo que su carrera como docente, aunque ya desde niño siente pasión por la poesía. Ha dirigido grupos de teatro en los distintos centros en los que ha trabajado. A pesar de describirse como “hombre de Ciencias”, dice que “es un amante de las letras”. Ya desde pequeño, en Granada, tierra de sus padres y abuelos, se le conocía como El niño del libro.

El poeta Rafael de León, en especial su poema La Profecía, marcó desde sus primeros años su pasión por la poesía. Todos sus ahorros se los gastaba en libros, según comenta. Le gustaba también observar los libros que leían los viajeros con los que compartía el transporte público. “Se ha perdido la capacidad de poder vislumbrar las portadas de los libros de los otros pasajeros, con la llegada del libro electrónico. Ya no es fácil saber qué títulos tienen entre manos”, comenta melancólico.

Su primer poema musicado fue Palinodia, incluido en Las rosas de Hércules de Tomás Morales. Se prendó del título, una figura literaria que expresa el arrepentimiento de algo que se ha hecho. “Me gustó tanto que le puse música, fue el primer poema que musiqué”, recuerda. Dos años más tarde, acabaría actuando ante el público, entre ellos sus propios alumnos, que han equiparado los poemas musicados de su profesor de Matemáticas con canciones de Sabina o Antonio Flores. “Lo importante es que contagies a la gente el amor por la poesía y los poetas de la tierra”, dice.

“Lo más importante es contagiar a la gente el amor por la poesía”

En su repertorio se encuentran obras de autores como Domingo Rivero, Tomás Morales, Pedro Lezcano, Pedro Fuertes o Rosario Valcárcel. Luis Fajardo destaca la emotiva respuesta de los poetas actuales que han podido escuchar su obra musicada. Valcárcel le dijo: “Es mi poema, pero leído de forma distinta”. Y es que cada lector realiza su propia interpretación, explica Fajardo. Sin embargo, le entristece que los poetas canarios no sean tan valorados como se merecen.

Que le apasionara tanto la poesía y que finalmente se decantara por el estudio de las matemáticas tiene una explicación, a pesar de las malas notas que sacaba durante el Bachillerato. Fue a raíz de una sustitución del profesor titular de esta materia, con el que, dice, “no encajaba”. Lo primero que dijo el docente sustituto fue: “Esto es muy fácil”. Fajardo asegura que fue la primera persona a la que le escuchó decir algo parecido y lo más curioso es que acabó entendiendo las matemáticas y aprobando la asignatura con excelentes calificaciones.

“Era de los que miraba a los ojos a los alumnos”, explica Fajardo sobre el docente que durante un semestre abandonó temporalmente su puesto en el Consejo Superior de Investigación Científicas para conseguir transmitir a unos desilusionados alumnos un nuevo punto de vista sobre la materia. Una casualidad que llevó a Luis “del odio al gusto” por esta disciplina de ciencias. “Las matemáticas están en todo”, defiende ahora.

Lengua de signos

Luis Fajardo ha sido también profesor de Lengua de Signos. Del año 2005 a 2010 ejerció en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como profesor tutor de alumnado sordo. Como profesor de Matemáticas y de Lengua de Signos ha impartido docencia en el centro de adultos de Cono Sur de la Consejería de Educación a alumnado sordo y oyente desde el año 2003 hasta 2013.

Su último proyecto relacionado con su carrera como docente es un programa de radio para la emisora QPHradio.org, una red social integrada por profesores y personalidades de la cultura en el que lleva a cabo un labor divulgativa de su otra gran pasión: las matemáticas, desde su propia experiencia, y también la ligazón de esta materia con el arte, que asegura “es mayor de lo que se piensa”. Al respecto, explica que hay ilustres intelectuales matemáticos, como los Nobel de Literatura Bertrand Russell y Juan Ramón Jiménez o el escritor y político Joaquín Leguina.

También ha hecho sus pinitos en el mundo del teatro tras hacerse responsable del grupo de teatro mientras ejerció como docente de Matemáticas en La Laguna, antes de ser trasladado al IES Tomás Morales de Las Palmas de Gran Canaria. Su primera obra como director y actor fue en verso, como no: La Venganza de Don Mendo de Pedro Múñoz Seca, en la que eligió el papel protagonista.

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