FUERTEVENTURA

Tirma Ramos y cómo conseguir amamantar a un bebé acogido

La madre de una familia de Tiscamanita, que participa en el programa de acogida temporal de menores, hace posible una relactancia con una niña recién nacida

Itziar Fernández 0 COMENTARIOS 21/11/2021 - 09:00

La familia que han formado Tirma Ramos e Ivan Senra es muy especial. Viven en Tiscamanita (Tuineje) y tienen tres hijos adolescentes de 14, 16 y 18 años, pero desde hace un lustro son una familia de acogida de menores. Una decisión consensuada por todos los miembros. En estos años han pasado por su hogar cinco bebés recién nacidos. Tienen una prioridad, que es aportar a la sociedad todo lo que pueden y ayudar a los niños que necesitan una familia.

“Cuando decidimos informarnos sobre esta posibilidad y recibimos el curso de formación, el profesor ya nos tocó el corazón. Nos hemos metido de lleno, incluso hemos iniciado los trámites para ser familia de acogida especializada de menores adolescentes, porque tienen menos opciones”, explican Tirma e Iván.

El caso de Tirma es casi de novela, al conseguir con éxito un programa de relactancia con 46 años. Cuando recibieron a un bebé varón recién nacido en 2019, la mujer tuvo el instinto de amamantarlo. “Luego desistí, porque en ese momento tenía otro bebé de acogida y vi que podía sentir celos, pero el anterior se fue a una familia, este cuarto bebe comenzó una alimentación propia y con la quinta hice realidad este reto y sueño personal”, recuerda Tirma. “La puse al pecho porque cuando la tienes en tus brazos te sientes como si acabaras de ser madre y quise intentar el programa de relactancia o lactancia inducida”, detalla Tirma.

Tenían dos bebés en casa, pero con la última era una opción posible. Tras una intensa búsqueda de información decidió lanzarse a consultas médicas especializadas para conseguir amamantarla. “Cuando lo consulté con el enfermero de Pediatría del Centro de Salud de Gran Tarajal, Fernando Salvador, se quedó impactado, pero me apoyó mucho, porque había leído sobre este tema, conocía casos y me entendió”, relata la madre.

Lo mismo ocurrió con la ginecóloga Mirtha Álvarez, que la guió y acompañó en este proceso. Hace casi dos años, Tirma comenzó un programa para poder amamantar a la bebé y se convirtió en un caso pionero y casi único en Canarias. La doctora Álvarez comenta que tanto ella como el enfermero estudiaron su caso en profundidad, pero reconocieron que era posible, que los riesgos son mínimos para la madre y numerosos estudios confirman que estaba sana y podía intentarlo. “Sin duda, es la alimentación más saludable para el bebé, entendimos la conexión afectiva que se había creado y seguimos adelante”, manifiesta la doctora.

Lo primero fue pasar las pruebas oportunas, como mamografías, y comprobar que todo estaba correcto. Fue entonces cuando Tirma comienza un programa con un tratamiento farmacológico de hormonas, motivación de las mamas con el sacaleches y preparación para conseguir que suba el fluido materno. “Hay muchos estudios al respecto y nosotros asesoramos a Tirma en cada momento, un caso especial, al tratarse de una madre temporal para esta recién nacida”, expone Álvarez.

Los médicos documentaron este proceso de amamantamiento, único en Canarias

Por su parte, el enfermero reconoce que, a pesar del rechazo de muchas personas al conocer el caso de Tirma, siempre la apoyó, no la juzgó. Existen estudios sobre la importancia de la lactancia materna y confiaba en que podía salir bien. “La respuesta de Tirma fue sorprendente, superó las dificultades y el esfuerzo que supone este proceso y no desistió hasta alcanzar un rotundo éxito”, certifica la doctora.

Tirma, incluso, puso un relactador pegado a su pecho y alimentó con una tetina de leche envasada a la bebé, para que sintiera su calor y olor, y establecer esa conexión especial en sus primeros días de vida. “Al mes de comenzar el programa empiezo a sentir que sale leche de mi pecho y la felicidad fue impresionante, pero, aunque no lo hubiera conseguido, las sensaciones tan positivas que reviví al ponerla al pecho, ese amor incondicional, y la forma de conectar con la pequeña ya habrían mereció la pena”, expresa Tirma.

Para esta madre, lo más importante ha sido también recibir el apoyo y comprensión de su marido Iván y de sus hijos, que al principio se sorprendieron, pero luego disfrutaron con la experiencia. “Mi primer pensamiento fue que ella ya cargaba con mucho trabajo y que eso podía ser demasiado, pero la decisión era suya, y solo una madre puede sentir esa conexión mutua”, destaca Iván.

Tirma nunca olvidará esa magia de la vida, y poder experimentar esas sensaciones, vividas diez años atrás con sus hijos propios. “Nunca pensé en los riesgos, lo viví con tanta intensidad que lo repetiría sin dudar”, confiesa. Durante casi seis meses, Tirma Ramos amamantó a la bebé de acogida combinando leche materna con biberones de farmacia. Ahora, ya con 18 meses, “está muy sana, aunque nació pequeñita, y es muy feliz”, desvela.

Su caso de relactancia se expuso en las segundas jornadas de lactancia materna de Fuerteventura, que reunieron a 300 profesionales en el Palacio de Congresos en octubre, y Tirma recibió los aplausos de los participantes, en su mayoría matronas, médicos y otros profesionales sanitarios. La doctora ha documentado todos los detalles por tratarse de un caso único en Canarias.

El cariño no tiene edad

A estos padres de acogida, la vida les ha cambiado por completo. “No entendemos por qué no se unen más familias al programa de acogida temporal, sobre todo cuando vemos las necesidades de cariño que tienen tantos menores, que el tiempo que están en centros podían pasarlo con una familia”, señalan. “A las pocas horas de tenerlo en casa o de hablar con un niño, ya empiezas a quererlo, sin importar la mochila que traiga de su vida anterior; en dos días ya es uno más en casa”, confirman.

“Nunca pensé en los riesgos, lo viví con tanta intensidad que lo repetiría”

La vida también ha dado un giro para el padre: “Hace dos años encontré mi verdadera vocación profesional, ahora trabajo en un centro de menores”. Estos tutores resaltan que no es una tarea sencilla la acogida temporal, pero reporta grandes beneficios, ya que la forma de vida y las prioridades cambian para las familias. “A veces, sentimos mucha pena al ver tantos menores esperando por una familia, y tantas conocedoras de esta situación que no se deciden”, lamentan.

Sus hijos adolescentes han aprendido a cambiar pañales, pasean a los bebés de acogida y afrontan la convivencia en casa y fuera de ella con absoluta naturalidad. “Firmamos el programa y ese mismo día recibimos al primer bebé. Ahí comprobamos la necesidad de familias que tiene el Gobierno de Canarias”, explican.

Por experiencia han comprobado que muchos padres prefieren la adopción en lugar de la acogida. “Buscan un hijo a la carta, pequeño y suyo para siempre, sin tener en cuenta que a lo largo de su vida pueden suceder muchas cosas”, matizan.

Por ello, Tirma e Iván proponen a la población que conozca la realidad que se vive en los centros de menores y sus necesidades. “Con esfuerzo y cariño se puede contribuir a que vivan mejor y a crear una sociedad más justa y solidaria”, resaltan. Esperan que su historia sirva para despertar conciencias y que cada día más familias se unan a este proyecto de ofrecer un hogar a menores “en riesgo”.

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